El tratamiento con sal o cloración salina es una de las ultimas novedades que está siendo muy demandada para el tratamiento de aguas de piscinas. Estos sistemas de tratamiento del agua se basan en la generación de iones de cloro y sodio a partir de la electrolisis salina.
El tratamiento con sal y la cloración salina
La cloración salina dispone de un proceso donde se crea cloro de una forma más natural que los tratamientos de cloro añadido. Para el funcionamiento de este tratamiento se requiere la disolución en el agua de la piscina de sal en bajas concentraciones. Cuando la sal disuelta en agua en forma de cloruro sódico pasa por los electrodos del clorador salino se crea un desinfectante activo, el cloro o hipoclorito sódico, un compuesto que atacara los elementos orgánicos del agua como pueden ser las bacterias y hongos. En el proceso de desinfección este elemento se vuelve a convertir en sal creando un ciclo bastante duradero en el que no es necesaria la adicción de nuevas sales, a parte de las que se puedan perder por evaporación. Ademas de la desinfección creada por el cloro estos sistemas cuentan con la ventaja de eliminar los contaminantes que pasan por los electrodos.
La concentración de sal que ha de tener nuestra piscina para realizar el proceso no es muy elevado de entorno a 5 gramos por cada litro de agua. Para hacerse una idea en el mar la concentración de sal se encuentra sobre los 45 gramos por litro, con lo que en nuestra piscina tendremos un concentración que no resultara muy molesta para los ojos y la piel. Para calcular el volumen de sal que deberemos de disponer en nuestra piscinas podemos recurrir a esta calculadora de equipo de sal en la que podemos calcular el volumen de nuestra piscina, así como la cantidad de sal que le deberemos añadirle para el tratamiento con sal.
Es posible encontrar cloradores salinos para una amplia gama de tipos de piscinas. Existiendo modelos específicos para las piscinas elevadas en las cuales se puede instalar con gran facilidad.